Lección
10. Degradación del suelo.
3. Consecuencias de la degradación.
La degradación tiene importantes consecuencias.
Veamos las referidas al suelo en sí mismo y dejaremos las medioambientales
y socioeconómicas para otras disciplinas (avalanchas, inundaciones,
empobrecimientos, migraciones, etc).
- Pérdida de elementos nutrientes (N, P, S, K, Ca,
Mg...). Puede ser de manera directa, bien al ser eliminados por las aguas
que se infiltran en el suelo o bien por erosión a través
de las aguas de escorrentía, o de una forma indirecta, por erosión
de los materiales que los contienen o que podrían fijarlos.
- Modificación de las propiedades fisicoquímicas:
acidificación, desbasificación y bloqueo de los oligoelementos
que quedan en posición no disponible.
- Deterioro de la estructura. La compactación del
suelo produce una disminución de la porosidad, que origina una reducción
del drenaje y una pérdida de la estabilidad: como consecuencia se
produce un encostramiento superficial y por tanto aumenta la escorrentía.
- Disminución de la capacidad de retención
de agua: por degradación de la estructura o por pérdida de
suelo. Esta consecuencia es especialmente importante para los suelos andaluces
sometidos a escasas precipitaciones anuales.
- Pérdida física de materiales: erosión
selectiva (parcial, de los constituyentes más lábiles, como
los limos) o masiva (pérdida de la capa superficial del suelo, o
en los casos extremos de la totalidad del suelo).
- Incremento de la toxicidad. Al modificarse las propiedades
del suelo se produce una liberación de sustancias nocivas.
En definitiva, se produce un empeoramiento de las propiedades
del suelo y una disminución de la masa de suelo. Estos efectos tienen
dos consecuencias generales: a corto plazo, disminución de la producción
y aumento de los gastos de explotación (cada vez el suelo necesita
mayor cantidad de abonos y cada vez produce menos). A largo plazo: infertilidad
total, abandono, desertización del territorio.
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